Nos escribieron nuestros queridos amigos de Maracena (que son también voluntarios) que van a alquilar un coche el día siguiente para ir a la playa. Y claro, no pudimos perder esa oportunidad de descansar, disfrutar del sol, de la playa y del mar.
Deporte 💪 |
Una cosa de que me di cuenta: tantas veces estaba en la costa del mar Mediterráneo y ¡nunca me he bañado! Porque siempre he tenido mala suerte con el tiempo en España y siempre hacía frío. El año pasado en Madrid toda la primavera hacía frío. Después durante nuestro viaje por Andalucía en marzo el agua estaba bastante fría para mí y nunca me he atrevido a bañarme. Y mi experiencia "favorita" era hace 5 años cuando con mis padres y mi hermano fuimos a Barcelona en julio ¡pleno verano! Y... se puso a llover. ¡Entonces tenía que hacerlo por fin! ¡Y lo hice! Y me sentí muy alegre porque siempre se me escapaba esa oportunidad y tenía muchísimas ganas de bañarme.💙 Era una de las aguas más frías de mi vida, pero cuando empezé a nadar y moverme me recalenté.
El resto del día lo pasemos tomado el sol, bañando y simplemente disfrutando del día. Intentamos encontrar un sitio para cenar. No lo conseguimos. El problema era que queríamos cenar como gente de Europa de Este, o sea a las 17-18 de la tarde que como todos saben (y nosotros también pero...) en España es imposible. O sobre todo en una ciudad pequeñita como Calahonda.
El resto del día lo pasemos tomado el sol, bañando y simplemente disfrutando del día. Intentamos encontrar un sitio para cenar. No lo conseguimos. El problema era que queríamos cenar como gente de Europa de Este, o sea a las 17-18 de la tarde que como todos saben (y nosotros también pero...) en España es imposible. O sobre todo en una ciudad pequeñita como Calahonda.
Decidimos regresar a Maracena y por primera vez (muchas cosas primeras este día 😊) fui a Maracena. Y me encantó, porque todo era muy tranquilo y la Sierra Nevada se veía mejor. Cuando teníamos que coger el autobús para Granada me di cuenta de que cuánto hecho de menos utilizar el transporte búblico. Y no es broma. Porque en Granada vivimos en el centro, pero como yo nunca he vivido en el centro de Sofia me he acostumbrado a caminar o coger el autobús. Porque este es el tiempo en que puedo pensar tranquilamente o escuchar música. ¿Os ha pasado una vez que queréis algo mucho, pero una vez conseguirlo os dais cuenta de que no lo necesitáis tanto? Vivir el centro de una ciudad era una de las cosas que pensaba que quiero mucho, porque en Sofia nunca he vivido en el centro. Pero en realidad no quiero tanto. Cuando el año pasado viví en Madrid, en la calle Mayor a dos minutitos a Puerta del Sol me di cuenta que para mí es difícil. Porque me he acostumbrado toda mi vida a caminar y además me gusta. Pues, ahora me pasa algo semejante. Que no es para nada una queja. Es simplemente algo que aprendí sobre yo misma el año pasado, pero no tenía la confirmación y ahora la tengo y lo sé.
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