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martes, 26 de septiembre de 2017

Córdoba, cumpleaños y aventuras en los aeropuertos.

Se acabó el loco mes de julio. Cuando sucedan tantas cosas, cuando conoces tantas personas nuevas es difícil darte cuenta qué has aprendido. 
No podía creer que era ya agosto, que teníamos vacaciones, que tenía tiempo para mí misma y que puedía dormir. Me sentía un poco raro dormir otra vez en mi habitación en Granada, y aunque era feliz que estaba en Granada otra vez, sentía una pequeña nostalgía por el colegio en Íllora.
Al regresar desde Íllora en Granada, la primera noche quedamos con los voluntarios del festival, porque ellos se quedaron una noche y un día en Granada para poder ver Alhambra y la ciudad. Lo pasamos muy bien, fuimos a diferentes bares y al final cuando les acompañé hasta su hostal muy cerca del paseo de los tristes un gato andaba con nosotros. Por desgracia no me esperaba cuando tenía que volver hasta la puerta de Elvira.
El día siguiente desayunamos por última vez todos y paseamos por Albaícin. Con Luca queríamos llevarles al mirador de los Carvajales, porque no habían estado allí. A mí me encanta ese lugar, porque no hay tantos turistas como en el mirador de San Nicolás y la vista también está hacia Alhambra. Una carisma de este mirador es que siempre huele a marihuana y siempre hay alguien local loco.

Los días siguientes fuimos con Luca a Córdoba, para visitar nuestra querida amiga de la formación a la llegada - Carolina. Que justo había acabado su proyecto y en algúnos días se fue a Portugal. Su proyecto se desarrolló en el pueblo Villa del Río, cerca de Córdoba. Yo estuve el año pasado en Córdoba y era una de mis ciudades favoritas de Andalucía y tenía muchas ganas de verla durante el verano. Algo que no sabía era que es una de las ciudades más calurosas del país. Aunque estoy loca y me encanta el sol y el calor y todo el verano lo pasé genial a los 40 grados, pero por fin encontré mi límite en Córdoba. Lo que sentimos allí (por primera vez en mi vida) era un viento caluroso como si estuviéramos en un horno. Increíble. Por primera vez sentí un calor que no me gusta tanto y por primera vez estaba buscando las sombras😀😀. De todas formas estaba reflexionando que prefería ese calor que el frío y la nieve durante los inviernos en Bulgaria.
 Visitamos la Mezquita-Catedral que es uno de los lugares más increíbles para mí porque... es media mezquita media catedral. Y me gustaba mucho contemplar los detalles dentro y fuera y pensar cuál era de la mesquita y cuál era del catedral. 

Patio de los naranjos
Sentía mucha emoción porque iba a celebrar mis cumpleaños con todos de Las niñas del tul que pudieron venir y los voluntarios de Maracena. Quiero decir que esto era uno de mis cumpleaños favoritos. Como mi cumpleaños es es en la mitad del verano y no siempre puedo celebrarlo, porque todo el mundo está de vacaciones. Esta vez, aunque no con mis mejores amigos de Bulgaria, lo pasé genial con gente que se convirtió en mi familia aquí (sabéis que la familia del Servicio voluntario europeo es muy importante). Salimos la noche anterior y cuando estábamos tapeando en un bar a las 12 ya tenía 24 años. Peeero a las 11 me llamó una de mis mejores amigas de Bulgaria, porque Bulgaria es una hora más que España y ya tenía cumpleaños. Después seguimos la fiesta en diferentes bares. Yo tenía muchas ganas de ir al ambiente, porque aquí nunca he estado. Cuando pasé mi verano en Estados Unidos en 2015 fui a muchísimos bares de gey, porque la ciudad era famosa con su comunidad homosexual y estaba llenísima de lugares así. Y estábamos bailando toda la noche…

El día siguiente cuando mi cumpleaños seguía fuimos de tapas. Todo el día. Tapas y cerveza. Diría demasiadas tapas. Pero no podíamos parar de comer, porque todo era muy rico y además estábamos celebrando. Y así vino y se fue mi cumpleaños, ya me alegro que tengo 24 años, porque tenía un problema con el número 23 y nunca podía acordarlo…. Meses después de cumplir 23 se me ha olvidado y decía a la gente que tengo 22 años, porque de verdad lo creía. Después cuando me di cuenta que tengo 23, tampoco lo decía a la gente y antes de cumplir 24 ya decía que tenía 24 años. Entonces ahora no tengo problemas con la cifra, es fácil para aprenderla. 😀😀
Mi cumpleaños

El 8 de agosto me esperaba un viaje muy interesante hasta Bulgaria. Decidí pasar mis vacaciones allí, porque estaba solicitando máster en España y sabía que me iba a quedar un año más aquí y por eso quería ir y ver mi familia, mis amigos y mi novio. Además nunca antes me ha ocurrido de vivir en el extranjero, regresar para las vacaciones a Bulgaria y después volver otra vez al extranjero. 

El viaje… había reservado el vuelo por la tarde desde Granada hacia Milán. Y luego el otro vuelo desde allí hasta Sofia el día siguiente a las 12. Me esperaba una noche en el aeropuerto de Milán. Los reservé así, porque no tenía otra opción. Pero no me importaba, porque era una aventura y es muy típico para mí viajar de una manera rara.
Tenía muchas ganas de ver el místico aeropuerto de Granada, porque solo oía de él, pero no sabía si de verdad existía. Y debo decir que me encantó, porque era peqeño, nuevo, sin mucha gente, y es imposible equivocarse o perderse el vuelo. 
Al final pasé la mitad de la noche en el aeropuerto de Granada, porque nuestro avión que venía desde Reino Unido no había podido despegar (no han dicho por qué, pero supongo que hacía tiempo malo o algo así) y vino a Granada con casi tres horas de retraso. La hora que teníamos que estar ya en Milán, en realidad despegamos desde Granada. Y pasó algo muy gracioso. Al subirme y sentarme en el avión los azafatos dijeron algo en italiano que la gente de Italia se echó a reír. Después tradujeron en inglés y dijeron que teníamos 15 minutos para despegar y si no, nos íbamos a pasar la noche en el aeropuerto de Granada. Bueno, despegamos “al tiempo” y sobre las 2 de la noche ya estuve en Milán. Cambié los terminales e intentaba dormir y casi lo conseguí. Por lo menos tenía mi portátil, había internet y casi olvidé de las sillas incómodas. ¡No podía esperar a llegar a Sofia! 




Fiesta en Villa del Río



Cuando hace 40 y pico grados 



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