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miércoles, 27 de septiembre de 2017

Escapa de tu país y lo vas a apreciar más

El Teatro Nacional Ivan Vazov en Sofia
 A mí nunca me ha gustado mucho vivir en Bulgaria. Consideraba Sofia como una ciudad fea, donde todo es feo – la gente, las calles, la arquitectura, hasta el idioma. Pero por otro lado siempre cuando vivo en extranjero me pasa lo mismo y es que extraño el espíritu de Europa Oriental - la vida, la gente y su forma de actuar, la arquitectura, la cerveza... Y lo que siempre echo de menos es caminar, bebiendo cerveza y escuchar música o hablar con alguien si tengo compañía. 
Era interesante, porque era mi país, mi ciudad donde he crecido y vivido toda mi vida y sabía bien cómo suceden las cosas- conozco los barrios, el transporte público, cuál autobús adónde va, cuál autobús suele tardar, cuánto tiempo necesito ir desde punto A hasta punto B caminando o en autobús o en coche, las tiendas, dónde se vende mi cerveza favorita, dónde puedo hacer deporte, dónde puedo aparcar el coche, cómo lo puedo aparcar, que violaciones de las reglas puedo hacer, cómo puedo hablar con la gente, cuándo es necesario que sea ruda o cuándo amable y pequeñas cosas como así. Que en Granada no conozco. 

Esto se ve al despertarme en la tienda de campaña.
Mis vacaciones pasaron de la manera siguiente - estuve tres días en Sofia, donde pude disfrutar de la ambiente de la ciudad, quedaba con amigos y bebíamos cerveza en los parques. Quería pasar por todo el centro y todos los lugares que me gustan, pero era imposible, porque no me daba tiempo. Luego fuimos a la costa de Bulgaria en un camping (Arapya - Арапя) que antes no habíamos. Me encantó el lugar, porque podíamos poner nuestras tiendas de campaña en un bosque que se encontraba en una colina justo al lado de la playa. De esa manera podíamos ver todo el camping y la playa desde arriba. 
Después desde allí fuimos a Grecia en la península segunda de Halkidiki. Era un viaje muy largo. Conducíamos todo el día, alrededor de 12 horas. Pero por otro lado la ruta era muy bonita, todo de color verde, todo tranquilo, porque pasabamos por ciudades pequeños y pueblos. En ese momento sentí que no conozco bien Bulgaria y que quiero viajar más allí.
Al final cuando llegamos a Grecia después de poner nuestras tiendas de campaña, fuimos a la playa donde descansamos con una cervecita y contemplamos las estrellas. Los días siguientes tomabamos sol, descansábamos, nadabamos y estabamos aprovechando el momento. 
Por desgracia cuando volvimos a Sofia el tiempo se puso mal y se sentía como si estuvieramos en septiembre - nubes, cielo de color gris, frío y lluvia. 
De todas formas me lo pasé genial. Me sentí muy feliz quedando con todos mis amigos. Y noté algunas cosas interesantes que voy a explicar en una lista:

- Al salir del avión lo primero que noté era que aunque hacía calor no había sol. No como en Granada. En Granada el cielo es azul, y en la mayoría de los días sin ni una sola nube. Pero en Sofia... el cielo era de un color transparente que ni puedo describir... 
- Me di cuenta de que entendía absolutamente todo de lo que estataba hablando la gente. Cada palabra. Aunque caminaba por las calles, sin prestar atención y sin querer, podía entender cada cosa de la que estaban hablando.
- Quería comer todo. Mis amigas me recogeron desde el aeropuerto con banitsa y mi cerveza favorita. Además mi madre había cocinado su rica crema de ortiga que sabe muy bien que me encanta. Cuando fuímos a la costa comía kebabche, kufte, tarator (en España hice tarator mediterráneo con aceite de oliva en vez de girasol y yogur griego en vez del famoso yogur búlgaro y sin hinojo, porque no pude encontrar), etc.. Todo era muy rico, me alegría que nada estaba frito, porque la cocina española es bastantе frita que no es muy sano.
- Descubrí que cuando veía mi reloj que enseñando 10-11 de la noche, me sentía como si era muy temprano y tenía toda la noche para hacer cosas. 
- Descubrí que la cerveza en Bulgaria es más rica que la recordaba.
- Me di cuenta de que quiero viajar en Bulgaria y conocerlo más. Quiero explorar y descubrir Bulgaria de la misma manera como lo estoy haciendo en España o cada otro país que visito. Es una pena que haya estado en más ciudades en España que en Bulgaria.
- El mar negro es más caliente que el mar mediterráneo. Comparado con el oceano Atlántico que no me atrevé de entrar cuando estuve en Portugal, nuestro mar es como un jacuzzy.
- No podía beber cerveza sin comer nada y comprábamos "tapas" de la tiendas junto con las cervezas.
- Cuando viajamos desde la costa de Bulgaria a Halkidiki en Grecia pasamos por las montañas Ródopes de Bulgaria y el paisaje era muy verde. Gran diferencia con el color amarillo que destaca en Andalucía, los olivos y el paisaje un poco desértico. 

 Sigo con unas fotos =)
Camping Arapya (Арапя). Dormimos en el bosque.
Arapya
Puesta del sol en Arapya
Sofia
Montañas Ródopes. El viaje hasta Grecia
Encontramos unos amigos más bonitos en la ciudad de Haskovo en sur de Bulgaria.
Esperando mi kebabche y kufte 😀😀😀
Como lo llamamos nosotros - nuestro vivac. Foto: Borislava Gueorguieva.
#lasdeltul, Instagram
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